Círculos literarios

Las diez de la noche de cualquier día de la semana. Sales de tu casa con el libro o la revista literaria bajo el brazo. Te vas encontrando con varios conocidos que, igualmente, llevan en sus carteras o mariconas algún libro, revista o paquete de folios.
-Voy a la reunión.
-¿De qué?
-De Molínea.
-¿Y eso qué es?
-Una revista de literatura.
-¿Y tú, dónde vas?
-Al Ateneo. Nos vemos unos cuantos escritores para comentar unos poemas de Miguel Hernández.
Cuatro personas más me dicen que se dirigen a otras tantas reuniones en casas particulares, en el casino, en el café Rosales...
Ves que, aunque el tiempo no acompaña para salir de casa, los bares están abarrotados de clientes. Algunos jóvenes más atrevidos se cobijan en las entradas de los pisos altísimos que afean la estética urbanística. Gritan como condenados. Hablan de tías, como siempre. Y tú, con ilusión, sigues la marcha para pasar un par de horas conversando de los cuentos de la revista. El resto de la vecindad ríe, llora o empieza a dormitar viendo las sandeces que nos propone la caja tonta. Los viejos ya hace más de cuatro horas que roncan en sus camas. Mañana no será distinta.

EL DIARIO INCONCLUSO DE BELÉN

Ya obra en mi poder mi última novela EL DIARIO INCONCLUSO DE BELÉN, relato de un crimen pasional entre adolescentes.
La acción transcurre en La Manga del Mar Menor. ¿Realidad o ficción? Pudo ser realidad o simplemente una jugarreta más de la mente calenturienta del autor de la novela.
El lector y, sobretodo, los vecinos de la zona turística lo podrán aseverar.
No falta la intriga.