jueves, 28 de octubre de 2010

¿Quién va a celebrar la Navidad?

Días de frío glaciar,
humo que huye
de cuerpos calientes
y corazones helados.
Personas embozadas
pisando aceras
resbaladizas.
Hambrientos
que sonríen
y acercan
lastimeros
a tu cara
un viejo plato
para que escupa
tu mano limpia
unos céntimos
que alivien
sus hueros estómagos.
Es Navidad.
Y un bello gesto,
una limosna
ayuda,
pero no sana.
Mañana,
la nieve desaparecerá
y el pedigüeño,
proscrito de la vida,
se habrá cansado
de pedir.
Hasta el viejo plato ha perdido.
Una mala noche
de viento huracanado
destapó sus carnes
y le heló el corazón.