Días de frío glaciar,
humo que huye
de cuerpos calientes
y corazones helados.
Personas embozadas
pisando aceras
resbaladizas.
Hambrientos
que sonríen
y acercan
lastimeros
a tu cara
un viejo plato
para que escupa
tu mano limpia
unos céntimos
que alivien
sus hueros estómagos.
Es Navidad.
Y un bello gesto,
una limosna
ayuda,
pero no sana.
Mañana,
la nieve desaparecerá
y el pedigüeño,
proscrito de la vida,
se habrá cansado
de pedir.
Hasta el viejo plato ha perdido.
Una mala noche
de viento huracanado
destapó sus carnes
y le heló el corazón.
jueves, 28 de octubre de 2010
sábado, 10 de julio de 2010
No me explico cómo
El asunto del paro sigue preocupándome cada día más. Debe ser insoportablemente horroroso no tener qué echar en la boca de unos hijos que piden algo para comer. Mucho más insoportable que el propio hambre que uno sufre hasta la inanición. Aquí está el drama más profundo y cruel de una sociedad regida por una caterva innumerable de mangantes y sinvergüenzas.
martes, 15 de junio de 2010
La asignatura de Religión
Soy intransigente en pocas cosas, ya que son muy pocas las cosas que ocupan mi cerebro y por las que me preocupo. El pluralismo ideológico enriquece la vida y favorece las relaciones humanas, pero hay que levantar la voz y teclear el ordenador para contraponer las opiniones que uno considera necesarias para lograr un mundo más pacífico y libre de imposiciones forzosas. Dentro de esta libertad y con el único afán de mostrar posicionamientos arraigados debo manifestar que no estoy en la línea de reducir a ámbitos extraescolares una asignatura, la Religión, que, en contra de aseveraciones que leo o escucho, puede ayudar a los jóvenes en su lucha por aclarar las ideas sobre lo transcendente, los cánones que han conducido a millones de personas a encontrar algo de sentido a este mundo terrenal y perecedero.
La Religión no puede hacer daño a las conciencias. Otra cosa es que haya personas más idoneas que otras para impartirla como es debido.
Nunca he andado en mis clases (he sido profesor de esta materia durante treinta años) comiéndome el coco de mis alumnos, nunca he tenido el mínimo rasgo de extremista. Siempre he hablado del respeto a la libertad, de valores humanos y de la inmensa carga histórica que el cristianismo nos ha legado. Tampoco he dejado a un lado los deplorables hechos históricos que los malos cristianos, especialmente algunos jerarcas antiguos y actuales, han propiciado que muchos hombres de hoy rechacen todo lo que huela a incienso y cera.
La Religión ayuda a esclarecer dudas y debe andar libre de proselitismos fatuos y de integrismos que rechazo con todas mis energías.
La Religión no puede hacer daño a las conciencias. Otra cosa es que haya personas más idoneas que otras para impartirla como es debido.
Nunca he andado en mis clases (he sido profesor de esta materia durante treinta años) comiéndome el coco de mis alumnos, nunca he tenido el mínimo rasgo de extremista. Siempre he hablado del respeto a la libertad, de valores humanos y de la inmensa carga histórica que el cristianismo nos ha legado. Tampoco he dejado a un lado los deplorables hechos históricos que los malos cristianos, especialmente algunos jerarcas antiguos y actuales, han propiciado que muchos hombres de hoy rechacen todo lo que huela a incienso y cera.
La Religión ayuda a esclarecer dudas y debe andar libre de proselitismos fatuos y de integrismos que rechazo con todas mis energías.
martes, 11 de mayo de 2010
Brotes verdes
Los brotes verdes que dicen ver el capitán Zp y sus secuaces descerebrados no sólo no se convertirán en ramas frondosas procreadoras de ricos frutos, sino que se transformarán en malignos chupones que tirarán al suelo al añoso árbol de la economía.
Verde está el zetaparo.
Verde viste la tita Tere.
Verde echa la bilis el Chaves.
Verde, sin posibilidad de madurar, anda la Bibi.
Todo es verdor o verdura para hacer un buen cocido que sólo los pobres animales del zoo podrán deglutir. El hambre de los millones de parados no se calma con esta verdura.
Hay muchos más brotes bordes que siguen haciendo de España un solar.
A todos estos bordes les importa un rábano el sufrimiento de las familias que ya no pueden soportar el estado premortem al que les ha condenado este asqueroso gobierno.
Verde está el zetaparo.
Verde viste la tita Tere.
Verde echa la bilis el Chaves.
Verde, sin posibilidad de madurar, anda la Bibi.
Todo es verdor o verdura para hacer un buen cocido que sólo los pobres animales del zoo podrán deglutir. El hambre de los millones de parados no se calma con esta verdura.
Hay muchos más brotes bordes que siguen haciendo de España un solar.
A todos estos bordes les importa un rábano el sufrimiento de las familias que ya no pueden soportar el estado premortem al que les ha condenado este asqueroso gobierno.
martes, 20 de abril de 2010
Una semana loca
Llevo unos días muy atareado. Lo doy por bien empleado, ya que cuantas obligaciones tengo que realizar llevan la marca de la literatura y eso me causa una profunda satisfacción.
El pueblo llano y sencillo, ocupado en sus habituales menesteres y ansioso por buscar un respiro después de haberse ocupado de ganarse las habichuelas, puede todavía, tras la larga jornada, refocilarse con la audición de charlas y exposiciones de las últimas novedades artísticas y literarias preparadas para estos días de año en que nos acordamos especialmente de que existen los libros.
El pueblo llano y sencillo, ocupado en sus habituales menesteres y ansioso por buscar un respiro después de haberse ocupado de ganarse las habichuelas, puede todavía, tras la larga jornada, refocilarse con la audición de charlas y exposiciones de las últimas novedades artísticas y literarias preparadas para estos días de año en que nos acordamos especialmente de que existen los libros.
lunes, 29 de marzo de 2010
Semana de pasión
Estoy pensando cómo van a pasar la Semana Santa tanto desventurado de la tierra que anda rebuscando en los contenedores alimentos para sus hijos. Se me retuercen las entrañas cada vez que me confronto con españoles conocidos o inmigrantes desconocidos, cabizbajos, pensativos desgastando sus raídos bambos por las aceras de mi pueblo en busca de una señal, un indicio de supervivencia.
-¿No conocerá algún sitio donde me necesiten para trabajar? -me dicen algunos.
-Nada, no hay nada, de momento. Lo siento.
Una sonrisa de desesperación, de otro día más sin posibilidad de ganar unos euros para calmar los estómagos de sus tres churumbeles.
Lo siento, sí que lo siento.
La Semana Santa es para muchos desgraciados caídos en la tortura del paro una eterna semana, un eterno mes, años eternos de miseria, de sinvivir. Y no hay quien arregle esta malvada situación.
-¿No conocerá algún sitio donde me necesiten para trabajar? -me dicen algunos.
-Nada, no hay nada, de momento. Lo siento.
Una sonrisa de desesperación, de otro día más sin posibilidad de ganar unos euros para calmar los estómagos de sus tres churumbeles.
Lo siento, sí que lo siento.
La Semana Santa es para muchos desgraciados caídos en la tortura del paro una eterna semana, un eterno mes, años eternos de miseria, de sinvivir. Y no hay quien arregle esta malvada situación.
domingo, 7 de marzo de 2010
El Tartufo
Me llamó poderosamente la atención ver tanta juventud en la representación del Tartufo en el teatro Villa de Molina.
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